1/9 Un día a Ordesa

Edelweiss
Este año, he dejado de lado los toros y los caracoles (no sé que pasa en l'Alcora, que las fiestas van de cuernos) y he pasado la semana en Pirineos, donde también hay cuernos (vacas, cabras, bucardos,etc.) pero bastante menos estresados, furiosos, y maltratados que los de aquí.
Los primeros días me entretuve paseando por Ordesa.
Cascada de Cotatuero
El martes día uno, desde la pradera de Ordesa, por la senda que remonta el circo de Cotatuero hasta el famoso paso de las clavijas del mismo nombre (he leido, que este paso está equipado desde 1881) Hoy en día, además de las clavijas, hay instalado un cable, lo que ha hecho que sea un paso relativamente seguro y accesible.
Hito artistico

Una vez superado el paso, aparece el inicio de la cascada, y justo encima, se abre un pequeño e idílico valle con sus verdes prados, y su riachuelo, una invitación casi irresistible a una siesta, y eso que eran las diez de la mañana. Sigo subiendo por un pedregoso y fatigoso sendero a la izquierda, que tras unos repechos me lleva hasta la entrada de la faja de Las Flores, un camino a 900m. por encima de la pradera, que no voy a entretenerme intentando describir, pues mi vocabulario no tiene palabras para ello. Tras unos tres Km. de camino por el paraíso llego a la parte alta de Carriata. Desciendo unos cientos de metros hasta llegar a una senda, que siguiéndola hacia el Oeste, por terreno prácticamente llano, me lleva en 15 minutos a la cima del Tozal del Mallo, una enorme proa que eleva sus vertiginosas paredes rocosas sobre el circo de Carriata.
Vuelvo sobre mis pasos al camino, y ahora toca decidir como bajar, o bien por la fajeta, o como he hecho hoy, por las clavijas; pasé por aquí hace unos años, y el recuerdo que tengo de la subida, es mucho más agradable del que me va a quedar del descenso, pero bueno , para saberlo, hay que probarlo.
Tozal del Mallo
Desciendo unos centenares de metros más hasta un poste indicativo, inicio del camino de la Faja Racón, una faja completamente diferente a la anterior, pero igualmente muy bella; a la izquierda se eleva una enorme pared rocosa de 200m. de altura y 2Km. de longitud, a la izquierda, un cerrado bosque de pinos y hayas que se pierde ladera abajo, y, en medio una pequeña senda para cruzar de una punta hasta la otra, en algunos puntos incluso toca mojarse un poco con pequeñas surgencias de agua que caen de la roca. Esta senda me deja de nuevo en el camino de Cotatuero, solo queda descender hasta la pradera, autobús hasta Torla, ducha en el camping, holgazanear hasta que anochece, cenar algo, y, a la                                                                                                   saca, mañana será otro día.
Al poco rato de estar en el saco, escucho que empieza a llover; va a estar así la mayor parte de la noche.








                                                           Albúm de fotos

2/9 Dos díes a Ordesa

Río Arazas
El miércoles, día dos, de nuevo autobús hasta la pradera de Ordesa; Ayer realicé mi ruta por la ladera derecha del río Aras, hoy voy a comenzar por la izquierda. Desde el final del aparcamiento de la pradera, cruzo el río y me lanzo ladera arriba por la senda de los cazadores, este sendero, a base de pequeños zig-zags, supera seiscientos metros de desnivel, en cuatro Kilómetros, hasta situarse por encima de la Faja Pelay; un poco antes de llegar al refugio y mirador de Calcilarruego, sigo una senda a la derecha con indicador para llegar a la cima de Punta Acuta. Escondo la mochila en unos arbustos, y continúo la subida para superar los trescientos metros restantes que me situarán en el vértice de esta modesta cima pirenaica (2248m.s.n.m.). para superar el ultimo espolón rocoso, hay dos opciones, una sube más directa, por una cadena y una canal herbosa, la otra, más larga, da un rodeo y es todo senda; decido subir por la cadena y según como lo vea, haré el descenso; en este momento compruebo, que tanto la cámara de fotos, como el teléfono, se han quedado en la mochila, y no tengo ánimo para volver a cogerla, así que no hay testimonio gráfico por un rato. Llego a la cima tras superar una empinada ladera herbosa, y me quedo un rato intentando reconocer el paisaje; Otal y Tendeñera, Gabietos, Taillón, brecha de Rolando, Cilindro y Casco, más cerca el Gallinero, y detrás las tres Soroes; también creo reconocer la silueta de Peña Montañesa, y, algunas más que no me son familiares.
Monte Perdido
Comienzo a desandar el camino recorrido, esta vez por la senda alternativa, que, aunque también tiene un tramo de cadena, es simplemente para dar más seguridad. Recojo la mochila, paro unos minutos en el mirador de Calcilarruego, y sigo por la bonita senda que llaneando por el borde de la Faja Pelay me llevará hasta el fondo del valle, enlazando con el camino de Góriz  a trescientos metros de la cascada de La Cola de Caballo.
Aquí ya llega la civilización; A lo largo de los ocho Kilómetros que me separan del aparcamiento de la pradera, coincido con varios cientos de personas de todas las edades y condiciones, la gran mayoría muy respetuosos con el entorno,alguno que otro, no tanto; es el precio a pagar por ser un lugar famoso y popular. Me entretengo un buen rato a disfrutar de la cascada del estrecho, pues, nunca me había acercado a observarla detenidamente desde sus miradores situados a varias alturas.
Una vez en la pradera, la misma rutina que ayer, autobús, camping, ducha, cena, y lluvia durante buena parte de la noche.



Cascada de La Cola de Caballo


                            Àlbum de fotos




3/9 Tres días a Ordesa

GR-11
Jueves día tres; las rodillas no quieren obedecerme, y a cada paso protestan airadamente, las duras bajadas de Carriata el martes, de punta Acuta ayer, también el estar falto de entrene, y, sobrado de kilos me ha pasado factura, así que, cambio de planes y hoy ruta suave y sin desniveles.
Entro con el coche por la pista del valle de Bujaruelo hasta el puente de Santa Elena, y comienzo a caminar hacia el fondo del valle por el GR-11; esta senda transcurre todo el tiempo en el interior de un tupido bosque por la margen izquierda del río Ara a pocos metros de su cauce. En poco más de una hora llego a una zona donde el valle se abre y el espacio llano lo han aprovechado para instalar el refugio y el camping de Bujaruelo.
En este punto estratégico, también encontraremos puestos de defensa, construidos durante la guerra civil, los restos del hospital de peregrinos y de la ermita de San Nicolás, y un magnifico puente románico en perfecto estado, utilizado desde hace siglos por peregrinos, ganaderos, y contrabandistas para cruzar a Francia por el puerto del mismo nombre.
Sin cruzar el puente sigo mi camino hacia el interior del valle hasta que veo frente a mí la entrada al valle de Otal, aquí cruzo el río por el puente de Oncins y comienzo el retorno por la pista que me llevará hasta el coche. Hago una parada cervecera en el refugio, algunas fotos en el puente, y sobre las doce y media, cuando empiezan a caer las primeras gotas, ya estoy en el coche.



La tormenta ha sido suave, así que tras comer estupendamente en un restaurante de Torla me desplazo hasta Broto, a ver si encuentro algún compañero para realizar la Ferrata del Sorrosal (solo, me da un poco de respeto realizar estas actividades). La suerte está de mi lado, y enseguida veo dos chicos equipados con arnés y disipador caminando dirección a la cascada, me uno a ellos y juntos realizamos todo el recorrido. Es una via sin complicaciones, pero variada y entretenida; primero, un tramo de grapas y cadenas, después unas largas escaleras, que nos introducen en un oscuro túnel con sorpresa, pues por su interior transcurre una acequia de riego, hay que hacer equilibrios para no mojarse los pies(yo no hice el cursillo de equilibrista, así que os podéis imaginar el resultado). La salida del túnel está justo encima de la cascada, en un tramo de barranco que solo es posible ver desde la ferrata o haciendo barranquismo; en este tramo hay un pequeño puente nepalí, grapas y peldaños de distintos tamaños, pero sin ninguna dificultad. En cuanto salimos del barranco, la via continúa hacia la derecha, en varios tramos, unos horizontales, otros verticales, que, aún siendo menos espectaculares que los del barranco, tienen excelentes vistas sobre Broto, y en algún punto, incluso se ve la cascada desde arriba. 

Finalizada la actividad, volvemos a Broto, y lo celebramos con una birra; después callejeo un rato por el pueblo y regreso al camping donde me preparo para cenar y pasar la noche. Así termino mi estancia en Ordesa, mañana cambio de zona, para realizar otras actividades.