12 agosto 2007
De nuevo al camino.
Después de 11 horas de tren y ½ hora de autobús, llego a Villaviciosa (Asturias) a las 12,30 de la mañana. El tiempo no pinta muy bien, en Oviedo estaba lloviendo y aquí seguro que no tarda mucho.
Tenía planificado no caminar hoy, volver atrás en bus o taxi hasta el albergue de Sebrayo, pasar allí la noche y empezar el camino mañana, pero a última hora he cambiado de idea, voy a caminar unos nueve km. Y pasaré la noche en el albergue del monasterio de San Salvador de Valdediòs.
Después de un vistazo a Villaviciosa, busco la salida, que mas o menos recuerdo de hace dos años, cuando pasé por aquí en el camino de la costa, cuando llego a Grases, al mojón con las dos conchas, empieza realmente mi nuevo camino, y casi simultáneamente, empieza a llover, primero muy suave (“orvallu”, creo que lo llaman los gallegos) y después con mas intensidad, voy empapándome un rato hasta que llego a la iglesia de San Pedro de Ambás que tiene un porche, allí reorganizo la mochila para que no se moje la esterilla, me pongo el chubasquero, y voy lloviendo hasta el monasterio. El albergue es grande, está recién reformado y limpio, aunque algo escaso de mobiliario.
No ha venido ningún peregrino, y yo me acuesto temprano, pues noto el sueño acumulado de la noche pasada.
He empezado a leer el libro que me he traído –LA BIBLIOTECA DEL CARTOGRAFO- de Jon Fasman, ya contaré si lo termino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario