Camino de Santiago 2007 ETP17ª Olveiroa-Fisterra

28 agosto 2007
Hoy madrugo más de lo habitual, aun es noche cerrada cuando salgo, quiero llegar con tiempo para ver toda la zona de Fisterra, el principio es por carretera, subiendo como es lógico, aproximadamente en el punto más alto de esta etapa, en un cruce de carretas, hay dos mojones juntos, uno indica la distancia a Muxía, de frente, y el otro la distancia a Fisterra, hacia la izquierda, a partir de aquí el camino será en su mayor parte de descenso, por pistas forestales y algún trozo de sendero, a media mañana empieza a descender la niebla y en poco rato se cubre completamente, hasta el punto de no ver más allá de 10 o 15 m. menos mal que está bien señalizado, pues estoy absolutamente desorientado, cuando empieza a levantar la niebla, veo frente a mí, a unos 200 m. el océano atlántico, me alegro, pues esto significa que estoy cerca del “finis terrae” el cabo del fin del mundo, de los romanos. En Corcubión me tomo un bocata en un bar, al salir veo a Sergio y seguimos juntos, nos perdemos en el interior del pueblo, preguntamos y nos indican que encontraremos las señales en el paseo junto a la playa, allí está Alejandro comiendo fruta, vemos la flecha amarilla en un poste y por allí vamos, el camino se aleja de la playa por un bosque y cuando salimos al otro lado, se ve el pueblo de Fisterra entre la niebla, paramos un rato, admirando las vistas y a continuación descendemos hasta la playa de Langosteira, aquí el camino está marcado paralelo a la playa, pero nosotros, aunque por separado, los tres optamos por lo mismo, quitarnos las botas, atarlas a la mochila y seguir caminando por la orilla del agua hasta el pueblo. Voy recogiendo algunas conchas que veo bonitas, así en mi próximo camino podre presumir de llevar una concha original de Fisterra, tras los dos km. de playa llego al pueblo me pongo las chancletas y a buscar el albergue. Es un edificio de tres plantas junto al puerto, me inscribo, me asignan una litera y me dan la Finisterra (es un diploma parecido a la Compostela), después de instalarme y asearme, doy un pase por el puerto y el pueblo y hacia las siete de la tarde enfilo la carretera que conduce al faro, son tres km. por encima del acantilado, y como ahora el día está despejado las vistas son muy bonitas, los alrededores del faro están abarrotados de turistas, aquí está el mojón con el km. 0, para llegar desde el faro hasta el mar, hay que bajar unos 100 m. por las rocas, desciendo poco a poco hasta el tocar el agua, está muy fría y hay bastante oleaje, se está poniendo niebla, posiblemente se fastidie la puesta de sol. Subo junto al faro, busco un sitio entre las rocas donde no moleste el viento frio que está soplando y a esperar. La niebla se ha levantado, pero no vemos la puesta de sol, pues el oeste está lleno de nubes, al anochecer alguien enciende una hoguera y siguiendo la tradición quemo una prenda de las que he llevado durante el camino, a continuación, tres km. de vuelta al pueblo, ceno en una cafetería y al albergue.
El camino se ha terminado, mañana queda la aventura de volver a casa.

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