Camino de Santiago 2007 ETP12ª Friól-Sobrado dos Monxes

23 agosto 2007
Salgo a las ocho después de desayunar en la cafetería, tomo la carretera dirección Sobrado, veo en un poste indicador que hay 22 km., hoy no tengo que ocuparme de las flechas, solo seguir la carretera y cuidar de que no me atropellen. A media mañana me siento en la barandilla de un puente a comer una pera y entonces me doy cuenta de que aquí ya había estado antes, sin darme cuenta me he unido al camino de la costa, por lo que ya no pueden faltar más de cinco o seis km. hasta el monasterio, cuando veo las torres, son poco más de las doce y a las doce y media estoy en el albergue, soy de los primeros, me ducho, lavo la camiseta y salgo, vuelvo atrás hasta el lago para hacer unas cuantas fotos y entro a comer en el mismo restaurante del año pasado, a continuación voy hasta la otra punta del pueblo para hacer fotos del monasterio. Vuelvo alrededor de las cuatro y están todas las puertas cerradas (abren a las 16.30) esto no funciona igual que el año pasado, pues había una pareja de hospitaleros que dejaban entrar y salir en cualquier momento, un monje que sale me deja entrar, me afeito y escribo algo, pues ya van dos días que no paso a papel recuerdos ni impresiones. Han venido muchos ciclistas y a las cinco el albergue está lleno, más tarde salgo a comprar la cena y al volver, me siento a cenar con Herminio, Vicenta y una pareja de catalanes, cuando estamos terminando llegan Christian, Carlos y las madrileñas con un pastel, una botella de vino y una de orujo, dicen que mañana es el cumpleaños de una de ellas, brindamos y tomamos un chupito. A las 10.30 viene el monje a decirnos que debemos ir recogiendo y a las once más o menos a dormir.
Estas dos últimas etapas no tienen apenas nada que destacar, es un transcurrir de aldeas y pequeños pueblos, por carreteras locales sin trafico, con ligeras ondulaciones montañosas y alternando campos de cultivo con algunos bosques de carvallos. Aun no tengo decidido el recorrido de mañana, si voy directo a Sta. Irene aún veré terreno nuevo, si voy a Arzúa, ya lo conozco todo hasta Santiago.